miércoles, 20 de febrero de 2013

Desvanecer

Que amarga es la existencia cuando ves que todo aquello que te rodea no es más que una máscara de la vida cruel que hay fuera.

Los pensamientos negros te golpean en la mente, una y otra vez. Como una campana sonando, azota con frialdad mi puta cabeza, envuelta en llamas ya de las veces que he tenido que pensar las cosas seguidamente. Lentamente, mi alma se hiela y noto un vacío. Un hueco que rellenar, donde nada ni nadie se preocupa si quiera de saber su existencia ni su paradero.

¿Por qué? Quizá es la pregunta que más puedes repetir. ¿Por qué esto? ¿Por qué lo otro? Al rato no importa, solo estas con la cabeza mirando al suelo, con las mejillas empapadas y los parpados cerrados.

A veces tu cuerpo se mueve sin razón. Parece un esquema programado. Un robot puesto en automático  que dictamina qué hacer y cuando hacerlo, sin ser consciente de ello. Puesto que tu mente viaja lejos, a un mundo lleno de negras nubes, con portentosos rayos lanzados por doquier. Un caos mental.

Tantas cosas por hacer, tantas cosas que decir... tanta gente que ves, tanta gente que conoces... ¿Para qué? Nadie estará. No te ayudarán. No te apoyaran. Gente que viene y se va. Te conocen, te saludan. Otros ni lo hacen. No hay humanos, solo personas

No he vuelto a fumar desde hace 3 años. Pero a veces me siento como si inhalara ese humo tóxico y me volviera a sumergir en una niebla espesa, envolviendo mi cuerpo, sintiéndome frágil y desconcertado, sin otra cosa que hacer, que exhalar el grisáceo viento de mis pulmones y ver como se marchita en el aire. Así, sucesivamente.

Frío...Me congelo. Tocan mi cuerpo con sus miradas ajenas, sintiendo una lástima que no llegan a comprender y con esas palabras de un falso ánimo que se clavan como espinas en mi maltrecho cuerpo. Y me fragmenta en pequeños pedazos de agonía todo mi ser. Porque lo último que quiero dar, es lástima.

Mil cosas en una lista de tareas. Y sin fuerzas para alcanzar ninguna meta. Un cuerpo joven sin ganas de lograr sus objetivos. Patético.

¿Alguien leerá las lineas sin que se las tenga que pasar? ¿Alguien buscara la causa de tal angustia? ¿Quién sabe lo que ronda mi cabeza? Solo tengo un apoyo y ahora esta muy débil como parar soportar doble carga. No quiero quebrar su fortaleza.

Me siento efímero.



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